ciel-contre-nuage

Fue la primera vez que iba en un aeropuerto. Tenia miedo del despegue del avion, con todas las cosas que vemos en la television… Estaba muy estresada por todo, mi madre me pidió ciento veces si no habia olvido nada pero ahora para qué?  Era demasiado tarde y la hora de salida se acercaba. Finalmente, pasamos en la zona internacional. Comimos y fue el momento de subir en el avión. Lloré todas las lagrimas de mi cuerpo cuando el avión subió en el aire… Que emoción, despues todos esos meses de trabajo, despues todos esos esfuerzos, mi sueño se realizaba. Veinte horas de vuelo mas tarde, estuvimos en Cochabamba.

Treinte dias han pasado desde nuestra llegada en Cochabamba. Mañana, volveremos a Francia. No sabía que 30 días podrían cambiarme tan fuerte. Estaba la noche cuando llegamos en Cocha, algunas personas no esperaban con unas banderas de Bolivia y de Francia. La primera cara que vi de ti, Bolivia, es las sonrisas de la gente que nos esperaban en el aeropuerto de la ciudad. Era la noche, hacía mucho frío. Salimos afuera y respiré muy lentamente para disfrutar de ese momento. En una pequeña montaña, vi El Cristo de Cochabamba dominando toda la ciudad, con luces de mil colores… Esos paisajes mes parecían irreales, habia pasado tanto tiempo imaginarme como eran las montañas, la ciudad, las coches, la gente… Pero nada era como lo pensé. Todo era mucho más lindo que en mis pensamientos, mil veces más acogerdor que en mis esperanzas. Ahora estoy cerca de la ventana en el Punto Joven del Distrito de los Scouts, intentando escribir algo para ti, Bolivia. Cuando llegué aqui, pensaba que nunca podré encontrar mi camino sola, que iba a perderme en esas calles tan diferentes de las de Paris. Ahora, la calle Tarapaca tiene un verdadero significado, vive en mi corazon, en mis ojos, en mis recuerdos, ahora vivo en esa casa, donde Benito y Thomas estan haciendo pankakes por los niños del Comedor, vivo en esa calle, esa ciudad, ese país, como si siempre había pertenecido a esos lugares. La Cancha, la avenida Simon Bilovar el Libertador, el comedor, los taxis, el Truffi, la Plaza Principal, el Punto joven, todo eso hace parte mia. Volveré en dos días a Francia, y dejaré aquí muchas partes mías, como pequeñas piezas de rompecabezas, al otro lado del mundo. Antes de irme a Bolivia, pensaba que solo Paris tenía algunas piezas de mi corazón, pero ahora, hay mi corazón en Bolivia a veinte horas de vuelos de Francia pasando por Madrid, Buenos Aires, Sao Paolo y Santa Cruz. Vivo en todos esos lugares. No me siento extranjera, mi corazón vive en esos lugares que antes solo existaban en las cartas de geografía que he estudiado para el Bachillerato. Han tomado vida en mi espiritu abajo mis pasos, hay nuestros bromas y risas en los taxi de la ciudad, arriba de cada montaña de Cocha. Al borde del mundo, a kilómetros de mi vida, siento mi corazón enamorarse de ti, Bolivia. El olor de las calles se esta instalado en mi cabeza, la sonrisa de la gente esta escribido en mis recuerdos, tu belleza ha sido grabado en mi corazón. Bolivia, eres mi segunda vida, me daste dos hermanas, cumpitas Shirley y Violeta, un hermano Alan, ciento hijos con los niños del Comedor, tres madres con las damas voluntarias de Comedor, me haces descubrido tu vida antigua con Urkupiña, y ahora, me has hechizado, nunca te olvidaré, cada día te extraño un poco más, Bolivia, mi vida.   

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